Imágenes de los cuerpos ensangrentados del dueño de Manolo y de su asesino se viralizaron por las redes sociales. Quienes tomaron –y divulgaron- esas fotos fueron policías aún no identificados. Habrá duras sanciones.
La difusión por distintos canales digitales de fotografías que mostraban los cadáveres de Juan Santurian (63) y Miguel García (70) tiene ya su investigación y podría derivar en la inmediata desafectación de más de un policía de Mar del Plata.
Mientras el fiscal Alejandro Pellegrinelli aguarda algunos elementos probatorios más para iniciar una causa penal por “incumplimiento en los deberes de funcionario público”, la oficina general de Asuntos Internos de la Policía bonaerense abrió un sumario para determinar quiénes fueron los responsables.
Con el número de expediente 21.100 y el número ISA 1050-43743/1218 el trámite administrativo desembocará en sanciones ejemplares para los autores. En la descripción del hecho los investigadores internos de la Policía indicaron: “divulgación indebida de datos o informes a la prensa o a particulares sin autorización. Agente fiscal informa haber tomado conocimiento de ciertas imágenes compartidas entre particulares, mediante sistemas de comunicación digital, cuyo contenido era con relación al lugar del hecho y sus detalles de actuaciones judiciales caratuladas homicidio seguido de suicidio, en el que se encuentra fallecido el dueño de cadena gastronómica ‘Manolo’”.
El martes por la tarde, apenas unas horas después de que se produjera el luctuoso episodio, comenzaron a circular por la aplicación Whatsapp fotografías tomadas en la cochera del edificio Boghoss II. Al menos cinco imágenes exhiben los cuerpos de Santurian y García, algunas de ellas con el personal de Policía Científica trabajando y otras en planos más cerrados. Una de las fotografías reveló la morbosa negligencia y noción de impunidad de los autores, ya que esa ilegal foto tomada por un policía muestra a otro apuntando su teléfono celular a centímetros del cadáver de García.
Está claro por la calidad de las fotografías que no se trató de una filtración de material tomado por la Policía Científica para incorporar al expediente. Fue la furtiva divulgación de imágenes realizadas por policías inescrupulosos con el único afán, acaso, de ostentar la jactancia de haber estado presentes en el lugar del hecho criminal más importante de Mar del Plata de los últimos tiempos.
El fiscal Pellegrinelli fue uno de los primeros que mayor indignación manifestó aun cuando la causa que encabeza no se ve afectada por la publicación de esas imágenes. Vale destacar que en otro tipo de investigaciones suele ser crucial la reserva de información de la escena del crimen. En este caso, no se erige como un obstáculo esa divulgación, pero sí atenta contra principios éticos. Además la acción, que tendrá su encuadre penal si puede arribarse a la identidad de sus autores, fue cometida por miembros de la policía que, sin una sanción, volverán a trabajar en un operativo con el riesgo a entorpecerlo.
De acuerdo lo que surge de las primeras averiguaciones, el personal señalado sería el de la comisaría primera de esta ciudad, que arribó al lugar del hecho junto al Comando de Patrullas. “Es una falta grave, de competencia de la Auditoría de Asuntos Internos y apenas se los identifique a los autores se los va a desafectar”, indicó una fuente a LA CAPITAL
La difusión de tan sensibles imágenes se tornó viral en las redes sociales. Incluso las fotos salieron de la esfera “privada” de la mensajería telefónica para publicarse por muchos usuarios en redes sociales abiertas. Esto causó un natural malestar en las personas allegadas a García y Santurian.